jueves, 6 de marzo de 2014

La reforma del modelo de formación profesional para el empleo quita poder a la patronal y sindicatos y se lo da a las empresas de formación. Éstas se convertirán en co-responsables de la planificación y diseño de las iniciativas.

El proceso para reformular el modelo de la Formación Profesional para el Empleo en España ha empezado a través de un primer documento que muestra las intenciones de Gobierno de minorar sustancialmente el papel de sindicatos y patronales en favor de empresas privadas de formación, que se incorporan al diseño del sistema y serán quienes gestionen y ejecuten los cursos.

Hasta el momento, patronales y sindicatos eran quienes tenían el rol de gestión y ejecución pero con el nuevo esquema que propone el Gobierno sólo les quedaría participar en la “planificación, programación y diseño” del sistema de Formación Profesional para el Empleo, papel que además tienen que compartir con otros agentes como las Comunidades Autónomas, las empresas privadas y las organizaciones de autónomos y de la Economía Social.

Con este nuevo modelo las empresas que se dedican a la formación, tendrían mayor presencia en el principal órgano consultivo del sistema, el Consejo General del Sistema Nacional de Empleo y dejarían atrás la fase en las que eran “meros proveedores de formación”


LA PRESENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN
El texto enfatiza en dar más poder a la Administración Central en la planificación, diseño y control del sistema a la vez que incorpora aportaciones de las comunidades autónomas: “el refuerzo del liderazgo que debe ejercer la Administración General del estado” se realizará a través de una “redefinición del papel de los agentes en el sistema” en el que el Ministerio de Empleo –vía Servicio Público de Empleo Estatal- vería “reforzado su liderazgo” y su capacidad de coordinación en la planificación y evaluación del sistema, seguimiento y control. 
Por su parte las Comunidades Autónomas gozarían de más protagonismo que ahora en los mecanismos de coordinación de información del sistema, la programación, el seguimiento y el control y se les daría un papel en la Fundación Tripartita, fundación clave para la gestión del sistema que agrupa –hasta el momento- a Gobierno y agentes sociales.

Esta reforma lleva tratándose desde mazo del año pasado con la intención de darle una vuelta al modelo de Formación Profesional para el Empleo (que busca formar y mantener la cualificación de los trabajadores).
“avanzando hacia un nuevo modelo de formación” es el título de la primer propuesta del Ejecutivo que se basa en el aumento del papel de la empresa privada en la impartición de los cursos y la reducción del de patronales y sindicatos.

El documento dice que el modelo vigente “ha facilitado la mejora de la empleabilidad y la cualificación de muschos trabajadores […] en los últimos 20 años” pero que “ha sido claramente ineficiente” pues la mayor inversión no se ha visto reflejada en la mejora de los niveles de cualificación; por ello, entre las materias en las que se cree que hay que mejorar, el Gobierno destaca la “deficiente coordinación” entre los distintos participantes del sistema, la “falta de una planificación estratégica” y la necesidad de reforzar “los sistemas de información, seguimiento y control […] con el fin de evitar malas prácticas”.

  
MÁS CONTROLES
Por último, para aumentar el control y seguimiento y evitar los casos de mala praxis se evaluarán los resultados de la formación en términos de conocimientos, empleabilidad e inserción de los trabajadores partiendo de las entrevistas a alumnos y profesores.
Se pretende también aumentar la capacidad sancionadora de los servicios públicos de empleo y se propone crear un buzón de denuncias gestionado por la Fundación Estatal para la formación en el empleo.
Con todas estas medidas se cree que se pondrán en relieve qué empresas son mejores y cuáles peores.



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